Cómo prevenir enfermedades respiratorias en niños y adultos
Para prevenir enfermedades respiratorias tales como la gripe, la bronquiolitis, la bronquitis y la neumonía, entre otras. El Ministerio de Salud y Deportes da algunas recomendaciones para cuidar la salud durante el invierno y prevenir enfermedades respiratorias.
Algunas medidas de prevención
- Lavarse las manos con agua y jabón después de volver de la calle, antes de cocinar o comer y después de ir al baño o cambiar pañales.
- Ventilar todos los ambientes a diario, aunque haga frío.
- Los braseros y estufas a leña deben ser encendidos y apagados fuera de la casa.
- No usar el horno o las hornallas de la cocina para calefaccionar el ambiente (porque consume el oxígeno, es ineficiente y es caro).
- No poner recipientes con agua sobre la estufa, cocina u otra fuente de calor (porque la humedad favorece el desarrollo de hongos).
- No arrojar al fuego plásticos, goma o metales (porque desprenden gases y vapores tóxicos).
- No fumar y mantener los ambientes libres de humo.
- No auto medicarse ni usar remedios caseros. Hacerlo podría dificultar un diagnóstico correcto, empeorar el cuadro o producir una intoxicación grave.
- Cubrirse la boca al toser o estornudar con un pañuelo descartable o con el pliegue del codo para evitar contagios.
- Tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos.
- No compartir artículos personales como mate, vasos, cubiertos y utensilios.
En el caso de aparición de síntomas de enfermedad respiratoria como fiebre u otros que dificulten las actividades habituales:
- Quedarse en el hogar y evitar el contacto con otras personas hasta sentirte mejor y que hayan pasado al menos 24 horas de la desaparición de la fiebre.
- Evitar especialmente el contacto personal con personas vulnerables (inmunocomprometidas o con factores de riesgo para enfermedad grave por infección respiratoria) durante al menos 5 días desde el inicio de los síntomas y luego, extremar cuidados hasta el día.
Frente a la presencia de síntomas leves es importante tener en cuenta:
- Evitar el contacto con personas susceptibles de presentar complicaciones.
- Tomar medidas para disminuir el riesgo de transmisión a otras personas, como evitar lugares con mucha concurrencia de personas (eventos sociales, lugares públicos, espacios con poca ventilación).
- Extremar medidas de cuidado dentro del hogar para evitar la transmisión a convivientes (ventilación de ambientes, lavado regular de manos, cubrir la nariz y la boca al toser y estornudar, evitar visitas).
- Limpiar las superficies en contacto con personas enfermas con agua y detergente o jabón, o solución de alcohol al 70%.
- Si los síntomas empeoran o persisten realizar una consulta médica.
Enfermedades respiratorias en bebés y niños
*Lavarse las manos antes y después de atender a los hijos y también
lavarles a ellos las manos.
*Que tengan todas las vacunas incluidas en el Calendario Nacional de
Vacunación y llevarlo periódicamente al control médico.
*Acostar al bebé boca arriba siempre.
*Darle de mamar al bebé al menos hasta los 6 meses e incrementar la lactancia materna en caso de que el bebé se enferme y tenga pérdida de apetito.
*Evitar el abrigo excesivo y el uso de frazadas o mantas que lo puedan sofocar.
*No darles medicamentos sin receta, ni remedios caseros o tés de ningún
tipo.
Un bebé necesita atención cuando:
- Respira rápido y con silbidos o ronquidos.
- Se le hunde el pecho al respirar.
- Presenta decaimiento y rechaza el alimento.
- Tiene alta temperatura corporal (+ de 38ºC).
- El riesgo es mayor si tiene menos de 3 meses, tiene bajo peso o es prematuro.
Para prevenir enfermedades respiratorias es importante tener las vacunas del Calendario Nacional de Vacunación al día:
Gripe:
Dos dosis para todos los niños y todas las niñas entre 6 y 24 meses, si es la primera vez que se vacunan, separadas por 4 semanas. En el caso que hubieran recibido dos dosis anteriormente, deben recibir la dosis anual.
Dosis anual para el personal de salud, personas mayores de 65 años, personas gestantes, puerperio hasta 10 días posteriores del egreso de la maternidad (si no se vacunaron durante el embarazo) y personas con
factores de riesgo.
Este último grupo refiere a las personas de 2 a 64 años inclusive, que presenten ciertas condiciones como: enfermedades respiratorias, enfermedades cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, enfermedad oncohematológica y trasplante, y otros como personas con obesidad con índice de masa corporal mayor a 40 kg/m2, diabetes, insuficiencia renal crónica en diálisis, menores de 18 años con retraso
madurativo grave, síndromes genéticos, enfermedades neuromusculares con compromiso respiratorio y malformaciones congénitas graves, tratamiento crónico con ácido acetilsalicílico en menores de 18 años, convivientes de personas con enfermedad oncohematológica, convivientes de personas recién nacidas prematuras menores de 1.500 g. Para acreditar la existencia de estas condiciones de riesgo enumeradas se puede presentar orden médica o documentación que lo certifique.
Neumococo:
Personas a los 2, 4 y 12 meses de vida. Personas adultas mayores de 65 años (esquema secuencial de dos vacunas).
Personas de 5 a 64 años con problemas en su sistema inmunológico o con enfermedades crónicas (respiratorias, cardíacas, hepáticas, diabetes, entre otras).
Las personas con factores de riesgo pueden presentar orden médica o cualquier documentación que acredite la existencia de condiciones de riesgo.
Tos convulsa:
Se previene esta enfermedad aplicando el esquema adecuado en cada etapa de la vida. Las vacunas que protegen contra la tos convulsa o coqueluche, en cada etapa de la vida son:
Quíntuple:
Personas a los 2, 4 y 6 meses de vida.
Refuerzo: entre los 15 a 18 meses.
Triple bacteriana celular:
Una dosis a los 5 años.
Triple bacteriana acelular:
Una dosis: 11 años.
Una dosis: en cada embarazo, después de la semana 20 de gestación.
La vacuna contra el Virus Sincicial Respiratorio (VSR)
Se aplica a mujeres embarazadas una dosis de esta vacuna entre las semanas 32 y 36 de gestación con el objetivo de proteger contra la bronquiolitis a recién nacidos durante los primeros seis meses de vida.
El Virus Sincicial Respiratorio es la causa principal de infecciones respiratorias agudas bajas en la infancia y en particular en lactantes menores a un año.
Los estudios indican que la eficacia contra enfermedad severa es del 81,8%, en los primeros 90 días de vida.